jueves, 30 de abril de 2009

Capítulo I


Capitulo I

Del Diario de Isis Brown


De nuevo estoy sumergida en mi maravilloso mundo de historias, las que amo escribir, las que me hacen viajar desde lo profundo del mar, nadando con sirenas que embellecen el mar con sus cantos, hasta volar en el cielo azul junto con hadas, pegasos y quimeras. Pero no son mas que eso historias, “Tontas historias” como las llama mi hermana, Miranda.

Después de todo ¿Quién pude creer en sirenas, hadas, quimeras y duendes?, es una locura, mas aun en este mundo tan industrializado en el que lo científico vale más que lo mítico. Pero es hermoso imaginártelos, trazarlos en papel, y viajar hasta ellos, mundos pacíficos llenos de alegría y magia, con gente que baila y canta sin parar, viviendo en armonía con la naturaleza, ¡ah! Armonía dulce palabra, como me gustaría vivir en armonía como esos hermosos cuentos de elfos los amantes del bosque por naturaleza.

Creo que mezclo aun poquito mi realidad con mis historias, como por ejemplo, imaginando a mi hermana como la horrible bruja que les hace la vida imposible a los demás, bueno es que debo admitirlo Miranda es una caso especial: siempre esta alardeando de su belleza y especial vive orgullosa de su figura, debo admitirlo es hermosa claro, y dirías que es perfecta si la vieras pero óyela hablar y seguro dirás que es una tonta juzgona irritante, siempre anda molestándome por la forma en que me visto, bueno es que no le agrada que no vaya por ahí enseñando las piernas (y un poco más) usando un tremendo escote y enseñando el ombligo pero ya me he acostumbrado después de todo llevo 17 años de aguantarla. Pero no soy la única a la se la pasa criticando también lo con Kevin, ¡ah! Cierto aun no he hablado de él aun.

Kevin es mi mejor amigo (mejor y único amigo) desde que lo conocí cuando se mudo al vecindario y luego en la escuela a los 11 años creo que fue una gran ayuda, ya necesitaba alguien con quien hablar, aparte de los profesores y Miranda, en la escuela, además somos muy parecidos en lo que cabe, lo digo porque ha ambos nos rechazaron de los grupos de amigos, a mi por que mi querida hermanita amenazaba a todos para que no me hablaran y a Kevin porque decían y aun dicen que es un nerd, pero yo no lo creo, él es simplemente extraño, extraño bueno, no malo. Él siempre divaga en un universo diferente al mío, siempre viendo la forma artística al mundo, jamás se despega de su cámara fotográfica y cuando no la lleva aun queda la opción de la cámara de video.

Su habitación esta abarrotada de fotografías y videos de los cuales en el 80% estoy yo, es que no tiene a nadie mas a quien fotografiar; En fin Kevin me cae muy bien, creo que es una excelente per…

-¡Isis baja, quieres! – se oyó que gritaba la horrible voz de una mujer.

-¡Ya voy, Miranda! –le respondió Isis gritando.

-¡Apresúrate que no quiero llegar tarde! – volvió a gritar Miranda.

-¡Eres desesperante, ya voy! – grito Isis enojada.

-no tanto como tu ¡Monstruo! – le contesto ella.

Isis dio un gran suspiro, dejo caer el lapicero con el que estaba escribiendo y se puso de pie dejando todo desordenado el pequeño escritorio en el que había estado escribiendo. Se dirigió hacia el espejo de cuerpo completo colocado enfrente de la cama y se hecho un vistazo, “estas horrible” se dijo; Isis era una joven de 17 años, de cabello castaño claro con ligeras ondas que le llegaban a media espalda, de ojos verde claro y piel blanca, era alta y delgada de buen cuerpo aunque no se le notaba por esa playera roja floja que llevaba puesta y esos jeans de lona sencilla y completaba su atuendo con unas zapatillas deportivas, “Va, no hay nada que hacer….”

-¡ISIS! –grito más que molesta Miranda.

¡VOY! –grito  la castaña.

Volvió a dar una rápida mirada a su reflejo en el espejo, se sujeto el pelo en un alborotado moño y salió corriendo de su habitación que se encontraba en el segundo nivel de su casa, segundos después se encontró bajando las escaleras hacia el vestíbulo en el que la esperaba su hermana mayor, Miranda, que era una chica rubia colocha, de ojos color miel, delgada y no tan alta como Isis.

-¡hay! Por favor por lo menos debiste quitarte esa ropa de hombre, monstruo – dijo Miranda y agrego molesta –si preguntan tú no eres mi hermana ¿entendiste?

-¡Es lo mas inteligente que haz dicho, Miranda! –dijo Isis con sarcasmo

Miranda abrió la boca para contestar pero un chico Alto de cabello castaño quebrado igual al de Isis y de ojos verde oscuro muy apuesto, la interrumpió

-Basta ya, chicas, eh Miranda ¿Qué no te urgía irnos?

-Si, Rafael –se apresuro a decir Miranda

-Bien entonces apresúrate y sube al auto –le dijo él en un tono autoritario.

S…si…ya…voy –tartamudeo Miranda y luego salió rápidamente de la casa.

Gracias, Rafael[1] –dijo Isis

No hay que –contesto él y le dio una cálida sonrisa –ignórala que de tanto maquillaje que usa ya no mira bien.

Tienes razón –dijo Isis y ambos rieron –será mejor que salgamos o Miranda nos  va a matar.

Ambos hermanos salieron de la casa dejándola vacía que sus padres estaban tomando un crucero que tardaría 2 meses, celebrando sus bodas de plata y apenas tenían 3 días de haberse ido.

Rafael era el hermano mayor de Isis, tenía 23 años y luego estaba la odiosa de Miranda con 19 y de último Isis con 17, a veces era horrible ser la mas pequeña decía. Isis se llevaba muy bien con su hermano mayor a comparación como se llevaba con Miranda, él siempre le defendía, para Isis el era genial, era apuesto, inteligente y una persona con gran corazón y esas solo eran algunas de las muchas cualidades que tenia su adorado hermano, él estaba en la Universidad estudiando medicina, pronto iba a cerrar su carrera pero ahora se había tomado un descanso para cuidar de sus hermanas en lo que sus padres no estaban. Y para Isis esa había sido una de las mejores ideas pues podía compartir mas amenudeo con su hermano que por el estudio vivía fuera de casa.

-¡Hasta que por fin llegamos! –Grito Miranda cuando el auto se hubo detenido en la feria del pueblo –me voy a mi puesto –agrego Miranda y luego se fue corriendo.

La feria del pueblo era cada año y siempre elegían a la chica más hermosa para poner un puesto de venta de besos, y Miranda ya llevaba tres años consecutivos de tener ese “honor” si así se le puede llamar. Y cada año a Isis le tocaba acompañar a su hermanita por que la pobre creía que se podían aprovechar de ella pero Isis creía que la verdadera intención de Miranda era alardear de la gran cantidad de hombres que se morían por sus besos, pero gracias a Dios este año su lugar lo ocuparía Rafael, ella pensaba escaparse con Kevin y disfrutar de la feria, ya había quedado de verse en el puesto de Miranda con Kevin. Así que seria mejor darse prisa.

Después de estacionarse correctamente Rafael e Isis se encaminaron hacia el puesto de Miranda que se encontraba en medio de la feria que por cierta era muy grande en el camino pasaron muchas tiendas de ropa, pizzerías, restaurantes, ventas de diversos artículos: como carteras, discos, cosméticos, etc. Cuando por fin llegaron al puesto de Miranda ella estaba sentada atendiendo a sus clientes que ya hacían una gran fila, Miranda estaba sentada dentro de un hermoso Kiosco lleno de flores y detrás de ella había una silla vacía que Isis suponía que la estaba esperando, pero se iba quedar con las ganas pues seria Rafael quien la ocuparía.

-¡Ah, mira Rafael ahí esta Kevin, ya me voy! –dijo Isis muy emocionada.

-Oye Isis y entonces quien se quedara con Miranda –replico Rafael enojado

-Pues tu –y al decir esto Isis se fue en dirección a la de un joven de cabello azabache liso no muy largo ni muy corto, a pesar de que estaba lejos aun se notaba que era alto, en esos momentos estaba de espalda al lugar donde estaba la castaña.

-¡Kevin! –grito Isis cuando ya estaba cerca de el chico.

Es seguida volteo el chico que vestía un sudadero que le quedaba grande, pantalón de lona flojo y cargaba el estuche de una cámara de video colgada por el brazo y la cámara fotográfica en la mano.

-¡hasta que llegas, Isis! Llevo esperándote mucho tiempo –dijo Kevin, empezando a caminar hacia ella.

-Lo siento –contesto Isis.

-Un “lo siento” no basta –reclamo Kevin

-Te diré muchos mas si nos vamos de aquí, que cuando Miranda se de cuenta que no estoy atrás de ella es capaz de venir a buscarme –se defendió ella jalando del  brazo a Kevin.

-Bien –contesto su amigo comenzando a caminar.

-Por cierto ¿Qué hacías tomándole fotos a Miranda? –reclamo Isis apresurando el paso.

-Esto… no le estaba tomando fotos a Miranda –tartamudeo Kevin

-A claro entonces le tomabas fotos al kiosco ¿no? –dijo en tono sarcástico Isis que Kevin no entendió.

-Si, es que… se veía muy bonito con esas flores ¿no crees? –contesto Isis, este año se esforzaron mucho por adornarlo.

-como sea ¿Por qué no vamos a comer pizza? –dijo la castaña viéndolo con el rabillo del ojo.

-Esta bien, entremos a esa pizzería –sugirió él

-no, esa no esta muy cerca de los “dominios de la bestia” –dijo Isis haciendo gestos con los dedos simulando las comillas.

-Bueno entonces caminemos mas –dijo Kevin

Caminaron unos 5 minutos más abriéndose paso entre la muchedumbre, que no era nada fácil, hasta que llegaron al extremo sur de la feria que estaba casi vacio, solo habría algunas tiendas y en una esquina había justo lo que buscaban una pizzería tranquila que no tenia más que algunos pocos clientes, un lugar perfecto para platicar.

-Esa me parece bien –dijo Isis señalando la pizzería.

-Bien, pero espero que no nos enfermemos –dijo Kevin viendo al señor que atendía preparar la masa de una pizza limpiándose con la mano el sudor de la frente y volverla llevar a la masa.

Se sentaron en una de las mesas que habían y luego llego el señor del lugar a tomarles la orden.

-¿Qué van a  pedir? –dijo el hombre en tono cortante

-yo quiero una poción de pizza y una soda de naranja –dijo alegremente Isis.

-Bien –dijo mientras apuntaba -¿y tu?-agrego viendo a Kevin.

Yo… solo…. Una soda de uva –dijo muy nervioso Kevin.

Enseguida se los traigo –gruño el hombre y luego se marcho.


[1] Este personaje el primero en ser inspirado por una persona real, mi querido hermano Nery quien me enseño el cariño y el apoyo de un hermano y que un joven puede hacer lo que un verdadero padre haría, Nery gracias por tu ayuda y por las horas que te robe la computadora.