sábado, 4 de junio de 2011

El Verdadero Amor

Amar es entregar sin medida todo lo que hay en nuestro interior, es ese sentimiento que anida en lo profundo de nuestros corazones. Actualmente se cree que el amor es medido en regalos y en ofrecimientos. Pero el sentido más puro de él es mucho más complejo que eso, es algo que solo un ser es capaz de enseñarnos y que lamentablemente no queremos escuchar, es el mismo ser que nos regaló ese maravilloso don. Sin embargo hemos confundido el amar con los placeres de la vida, con la ilusa creencia que un objeto puede representar todo en la vida. Podemos ver el amor en la mirada de una madre cuando sujeta por primera vez a su pequeño, cuando él da sus primeros pasos, ese sentimiento que no se puede expresar en palabras. O las miradas entre esposos o enamorados, o sin ir tan lejos, qué tal eso que sentimos por el amigo, que es más bien un hermano, o el hermano que es más que un amigo; o qué es lo que siente esa persona que sin conocernos, nos trata con más que respeto, o el religioso que sirve a aquéllos que no conoce…

El amor se lleva en el alma y es algo tan sobrenatural, que nunca llegamos a conocer su funcionamiento, es algo que no podemos controlar y que nos envuelve en un dulce abrazo y nos cobija cuando el dolor es nuestro único compañero. La carta a los corintios nos muestra las bases del amor: “Aunque repartiera todo lo que poseo e incluso sacrificara mi cuerpo, pero para recibir alabanzas y sin tener el amor, de nada me sirve. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser;

Lo lastimoso es que hemos manchado la imagen del amor, cada vez que escuchamos esta frase las imágenes que acuden a nosotros no son las que van de la mano con lo que nos presenta corintios, “El amor no busca lo suyo”, amar es el acto mas generoso que pueda existir porque es entregarse sin esperar nada a cambio, es retirarse cuando eso signifique la felicidad de la persona amada, aunque eso también signifique nuestras lagrimas. Amar es creer, es tener fe y que esa fe produzca frutos.

Amemos sin medida, gocémonos en el y así encontraremos lo que es vivir, hemos sentidos el amor desde el momento en el que Dios susurro nuestro nombre y nos hizo vivir, el verdadero amor solo necesita ser redescubierto.

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