viernes, 14 de agosto de 2009

Book II, Capítulo V, El Hechizo de Caleb


“Me fui a los bosques porque

Quería vivir intensamente

Absorber la sabia de la vida

Y desterrar todo lo que no era esencial

Para no descubrir en el momento de la muerte

Que no había vivido.”

H. D. Thoreau

Capítulo V

El Hechizo de Caleb

Isis levantó la vista hacia el cielo oscurecido del mundo nocturno, llevaban ya horas de extenuante viaje, el pálido sol, similar a una luna, estaba desapareciendo y en su lugar apareció un disco plateado que parecía humo reluciente de plata fundida. La poca luz que les había brindado aquel sol opaco les estaba abandonando, lo que hacía que aquel largo viaje a caballo fuese más difícil de lo que ya era por ese camino plagado de enormes rocas sueltas.

Caleb había insistido en tomar un camino alterno en lugar de la carretera principal por seguridad de los cinco, pues podían ser atacados por vampiros o Penumbra en cualquier momento. Pero Isis hubiera preferido pelear contra Penumbra y vampiros a la tortura que le resultaba ese camino, le dolían los muslos y la espalda, si eso sufría ella que tan solo estaba montando a los caballos, no podía imaginarse lo que estos estarían sufriendo los pobres. El camino era estrecho, por lo que tenían que ir en fila, Caleb iba al frente de Kevin y April con Isis cerrando la marcha.

Isis debía ir al final para que si había una emboscada, ella y Caleb pudieran acabar con los enemigos y proteger a los chicos con mayor facilidad. Estaban básicamente en territorios enemigos, si Zane había estado en el volcán, sus secuestradores tendrían que haber dejado trampas para evitar intrusos por lo que el avance era lento, pero era preferible lento a peligroso.

Caleb había convocado un hechizo de luz que iluminaba pobremente el camino en un tono plateado similar a aquella luna incorpórea, que aun con ayuda de aquel hechizo sólo iluminaba lo suficiente para ver lo que tenían delante, pero era todo lo que podían poner de iluminación por posibles predadores.

Para Isis el viaje se le hacía eterno, se estaba desesperando, solo ansiaba encontrar algo que le dijese donde estaba Zane, y eso lo encontraría en aquel volcán. Desde donde estaban podían ver las faldas del volcán, lo que la alentó para seguir adelante, estaba cansada y no se podía decir que la pequeña siesta que había tomado en casa de Hellen hubiese sido relajante. Su cuerpo pesaba, elevó su vista y pudo apreciar el tamaño del Volcán Deter, que aun estando a una prudencial distancia era inmenso y amenazante. No se podía imaginar lo que Zane había pasado estando dentro de ese cráter lleno de lava en ebullición. Sería mejor que se apresuraran en llegar a Deter, Isis recordó su visión y la cantidad de lava que poco a poco iba aumentando, sabía que tenía que llegar antes de que todas las pistas fueran consumidas por la brutal roca fundida.

Un sonido a su izquierda atajó su atención, volteó rápidamente y lo único que pudo ver fue una sombra de forma extraña que volaba con rapidez a unos cuantos metros sobre sus cabezas, miró hacia el frente y notó que Caleb también se había fijado en la sombra y ya tenía un arco y una aljaba llena en las manos. Ella sonrió, era de esperarse que un elfo actuara de manera tan rápida como lo había hecho Caleb aunque ella no recordaba que él llevase arco y aljaba, “magia” susurro.

-oc is ego uslorsep[i] -Dijo Caleb a Isis – cu sac bapocyes gecyere ise Lpomze, sa yo froamifoc[ii].

-Osyuosda –Contestó Isis, era una suerte que por fin hubiese aprendido a hablar la lengua elfica.

Kevin y April voltearon hacia Isis, ella les sonrió y ambos se tranquilizaron, por un momento había olvidado que sus amigos no comprendían la lengua elfica. A veces envidiaba a esos humanos que vivían en la Tierra, aquellos que solo se preocupaban por problemas comunes, en cambio ella debía preocuparse por una guerra entre los mundos mágicos, aunque la envidia se le iba tan pronto como recordaba a la persona que era dueña de sus sueños: Zane, no cambiaría nada de su pasado porque cada paso dado la había llevado a conocer a ese elfo de ojos penetrantes que se había robado su corazón.

Un graznido horrendo la trajo a la realidad, el ave infernal se había lanzado hacia ellos en un abrir y cerrar de ojos, los caballos habían tratado de oponerse pero el miedo les había ganado y se habían detenido, Caleb cargó el arco con una de las flechas del carcaj y la lanzo en cuanto tuvo en la mira a la gigantesca ave negra, sin embargo su tiro falló y tan solo rozó al ave en las alas.

Isis reunió la magia de su cuerpo en sus manos, debía ayudar a Caleb, iba a lanzar un hechizo destructor pero Caleb le advirtió que no lo hiciera, esa ave se alimentaba de energía mágica, ella maldijo por lo bajo, odiaba cuando debía pelear cuerpo a cuerpo pues no era muy buena en ese tipo de lucha. Convocó un hechizo escudo para ella y sus amigos, por lo menos debía de asegurarse que nada les pasara a Kevin y April.

Caleb desmontó ágilmente a Carly y se acercó al ave mientras le lanzaba dos flechas cargadas de un brillo verdoso pero ninguna de ellas les dio, el ave volvió a lanzarse esta vez hacia él, Caleb no hizo ningún movimiento, Isis estaba a punto de lanzar un hechizo cuando él levantó el perfecto arco tallado de alguna madera tan brillante como la plata y lo incrusto en el cuello del ave sin mucho esfuerzo, el ave emitió un infernal graznido para después ser rodeada por una energía verdosa, similar a la que había estado presente en las flechas y luego desvanecerse dejando una rastro de un polvo gris que olía a azufre.

-Continuemos nuestro camino –Dijo sonriendo Caleb mientras se sacudía el polvo de la ropa –ya estamos cerca de las faldas del volcán.

-¿Que le hiciste al ave? –Preguntó un tanto desconcertada Isis, recordaba haber visto algo similar el día en que habían peleado contra Alberich el año anterior.

-Solo purifiqué al ave –explicó tranquilamente el elfo para luego volver a montar a Carly –deberías saberlo – Isis negó con la cabeza –bueno, entonces debó suponer que Zane se limito enseñarte a usar la magia, entonces ya hallaremos tiempo para enseñarte las técnicas de pelea cuerpo a cuerpo élficas.

-Eso sería bueno –Dijo Isis sonriendo, sabía que Zane no le había enseñado eso porque dijo que la manera de pelear de una maga era usando la magia no la fuerza corporal, pero no le caería mal aprender de Caleb una o dos de esas técnicas.

Después de eso, continuaron el trayecto sin ningún contratiempo y el camino no tardó en empezar a ensancharse, las faldas del volcán les dieron la bienvenida. Caleb se detuvo bruscamente antes de salir siquiera del acantilado por el que habían venido, y desmontó de un ágil movimiento para luego voltearse hacia Isis y los demás, algo andaba mal pensó Isis pero Caleb sonrió y eso la tranquilizo.

-Será mejor dejar a los caballos aquí -dijo Caleb mientras ataba a Carly a un flaco y ennegrecido árbol -veo que hay unos Penumbra adelante, y esos demonios tiene un olfato excelente.

-Que malo eres -se quejó Carly -¡últimamente me tratas como a un simple caballo!

-No, yo te trato como a una hermosa yegua -contestó Caleb con una gran sonrisa en el rostro.

-Muy gracioso -dijo dolida Carly.

Isis sonrió, y pronto tanto ella como sus amigos imitaron la acción de Caleb y ataron cuidadosamente los caballos a sendos árboles. Dorado relinchó indignado, él también debía sentirse ofendido porque lo estaban atando, después de todo los caballos parlantes podían quedarse en el lugar que su amo les dijera e Isis no recordaba que Zane lo hubiese atado ni siquiera una vez.

-Carly, no te enojes -dijo Caleb mientras acariciaba las suaves crines de la yegua -sabes que los tenemos que atar para que cualquiera que los vea piense que son caballos comunes y corrientes.

-Lo sé -torció la yegua.

-¿Cómo es que hay Penumbra? -quiso saber April después de un inusual silencio.

-Porque los puedo ver -contestó simplemente Caleb -los elfos tenemos una excelente vista, diez veces mayor que la de los humanos, así que me fue fácil ver a esos monstruos. Ahora, yo distraeré a los Penumbra y ustedes subirán al cráter del volcán.

-¿Cómo haremos eso? -preguntó Kevin.

-Subirán con un hechizo para llegar en un segundo -dijo Caleb caminando hacia Isis, se le estaba habiendo costumbre estar junto con ella.

-¿Qué hechizo? -cuestionó ella -yo no conozco ningún hechizo de tele transporte.

-No importa, ya te lo mostraré -respondió Caleb -Es un poco complicado ¿Ya has despertado a tu arma?

-¿Arma? -repitió Isis incrédula.

-Bueno, con eso me has respondido, yo los mandaré al cráter -dijo Caleb al momento que extendía su palma y susurraba unas palabras, entonces una hermosa flecha tallada con punta de plata apareció en su mano -Cuando haya más tiempo y estemos lejos de aquí te explicare lo de las armas. Puede que este viaje sea un poco ajetreado, nunca he sido tan bueno como Zane en la magia, él sí que es un mago por excelencia.

-No importa, Pero, ¿Qué hacemos para bajar? -preguntó ágilmente April, sin duda su amiga pensaba en todo.

-He ahí el problema -dijo Caleb rascándose distraídamente la nuca -tendrán que bajar a la antigua.

-Genial -exclamó sarcástico Kevin.

-No importa, lo único que deseo es llegar lo antes posible al cráter, según mi visión la lava esta por inundar el volcán -les recordó Isis y se colocó al lado de Caleb.

-¿Ya han hecho esto antes? -cuestionó Caleb mientras estiraba la flecha delante suyo.

-Sí, Isis y yo, Zane usó el mismo hechizo para transportarnos al árbol de los mundos, pero April no -dijo Kevin parándose delante de Caleb y colocando a April a su derecha justo enfrente de Isis.

-Bueno, April, te diré que el hechizo suele ser mucho más cómodo de lo que será hoy pero… no tenemos otra opción -dijo suspirando Caleb, deposito la flecha que descansaba en su mano sobre el ennegrecido suelo, se separó un poco de ellos sólo lo suficiente como para estirar los brazos y no tocarlos -Ep mreyor[iii] -susurró y con un abrupto tirón Caleb desapareció de vista.

Isis había viajado ya demasiadas veces en ese hechizo como para contarlas, a veces Zane lo usaba para ir desde el árbol de los mundos, donde la esperaba cada vez que ella lo iba a visitar, al palacio de la luz, donde pasaba algún tiempo, para luego regresarla con el mismo hechizo cuando ella tenía que volver a casa. Isis se había acostumbrado completamente a los bruscos giros, el suave vértigo y la ligera ingravidez que provocaba el hechizo que rompía el tiempo y el espacio. Pero ahora que viajaba con el hechizo de Caleb, comprendió lo cuidadoso y delicado que era Zane con sus hechizos. Si en el hechizo de Zane se viajaba a doscientas revoluciones por segundo, con el hechizo de Caleb se viajaba a mil, y había una gran presión sobre el cuerpo, tanto que parecía que estuvieras probándote ropa dos tallas más pequeña que la que usabas.

Entre giro y giro logro ver a April y a Kevin, ellos estaban igual de incómodos con el hechizo como ella, se alegró que aquel hechizo durara poco tiempo porque si no, sin duda ella vomitaría en cualquier momento y eso de vomitar no se le daba.

Cuando sus pies tocaron tierra, Isis se sintió aliviada, pero no así sus piernas que se doblaron por la fuerza del impacto, cosa que la hizo caer de rodillas sobre una empedrada superficie haciendo que sus rodillas se magullaran, su cabeza parecía estar aun en el hechizo de Caleb pues giraba y giraba, cerró los ojos y respiró profundo tratando de desaparecer el vértigo que albergaba su cuerpo. Se puso de pie tambaleando y buscó con la vista a sus amigos.

Kevin estaba de pie junto a April que vomitaba detrás de una roca, era de esperarse, April no estaba acostumbrada a tan brusco trato, si ni siquiera Isis podía mantener su estomago estático, volteó su vista un segundo antes de ver a April para que no le diera a su estomago una idea de lo que tenia que hacer con su contenido.

-Ugh, ya se te pasara -le animó Kevin ayudándola a ponerse de pie -la primera vez siempre es así.

April sonrió sin ganas, trató de decir algo pero la nausea volvió a invadirla y tuvo que voltear de nueva hacia la roca, Kevin hizo una mueca y volvió a ayudarla a ponerse de pie, esta vez más tranquila. Isis se relajó, sus amigos estaban completos, se quedó de pie esperando a que Kevin y April llegaran a su lado y comprobó el paisaje: el calor era bastante alto comparado con el frío que había abajo pero Isis lo atribuyó fácilmente a la gran cantidad de humo que salía del volcán. Estaba de pie en una empinada pendiente, miró por encima de su hombro y vio que estaban a unos pocos metros de la orilla del cráter, era un alivio, no tendrían que caminar mucho para entrar a un seguro infierno.

-¡Eh chicos! Esto si va a ser memorable, me alegro de haber venido -dijo April cuando los tres se echaban a caminar hacia la orilla del cráter -no todos los días se entra al cráter de un volcán a punto de entrar en erupción y más aun en otro mundo.

-Eso no lo dudes, April -dijo Kevin mientras esquivaba una roca suelta -esto está mucho mejor que el año anterior.

-Aunque también más peligroso que la vez anterior, Kevin -le recordó Isis desde delante.

-Ya lo sé, pero ¡Esto es mejor, que esperar a que estalle una guerra en la que no participarás! -fue lo único que soltó el chico.

Isis los vio por unos momentos, era realmente bueno tenerlos con ella en esos momentos, tener a alguien que volvería con ella cuando la aventura terminara, alguien que le pudiera recordar que todo lo que había pasado era real, alguien en quien confiar, alguien que cuando quisiera hablar de cosas que habían pasado en su estadía en aquellos mundos no la creyera loca, y era mejor cuando ese alguien no solo era uno, sino dos buenos amigos.

Regresó su vista hacia el frente, ya se encontraban en el borde del cráter, vio bullir la lava a punto de arrasar el interior de lo que había sido la celda de Zane, quedaban muy pocas piedras en las cuales poder caminar hacia los grilletes enclavados en la pared y por lo menos unos cinco metros de duro descenso hasta el borde de la primera roca que flotaba en la lava, sin duda esa sería una difícil tarea, una tarea que no podía dejar de hacer.


[i] Oc is ego uslorsep = es un ave infernal

[ii] Cu sac bapocyes gecyere ise lpomze, sa yo froamifoc = si nos molestan bastara una flecha, no te preocupes

[iii] Ep mreyor = al cráter

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