miércoles, 8 de julio de 2009

Capítulo XII, Alberich


Los dos iban cabalgando por el bosque de vuelta a La Guarida, por alguna razón Isis se sentía muy feliz, mucho más feliz de lo que se viera sentido antes. Zane iba delante de un tanto más delante de ella, “te ves hermosa” le había dicho, y que feliz se había sentido por eso, estada llena de dicha, sentía que ahora podía pasar sobre cualquier obstáculo.

Vio como el elfo cruzaba a la derecha después de unos arboles y después de unos segundos ella también cruzo, pero por alguna razón sintió como un escalofrió cubría su columna pero no hizo nada, siguió cabalgando cuando vio a Zane de pie dándole la espalda un poco más adelante e hizo detener de inmediato a Ror y rápidamente desmonto.

-Zane ¿Qué pasa? –pregunto un poco intranquila.

-¿Zane? –dijo volteando él, entonces Isis se helo, la persona que tenia delante no era Zane.

-¿Quién eres? –pregunto alarmada dando un paso hacia atrás.

-Soy Alberich, el Rey y tu hermosa dama debes ser Isis, la salvadora –le dijo sonriendo él.

“el Rey” pensó ella, entonces él que tenia delante era aquel desquiciado que tenia a los mundos mágicos bajo su poder, pero se parecía tanto a Zane, pero había algo que los diferenciaba, ese sujeto tenia los ojos negros y con un brillo maligno en ellos, y esa sonrisa, era tan demoniaca.

-¿Qué quiere? –le dijo Isis ariscamente.

-Que mal educada eres, pero creo que es porque de han dicho cosas de mi, cosas no muy agradables, pero te perdono, no te preocupes.

-Pregunte ¿Qué quiere? –volvió a Repetir Isis mientras él caminaba hacia ella.

-Como quieras, viene a hacerte una oferta, no matare al grupito que se opone a mi si tu vienes conmigo y esos bichos se rinden.

-Yo no iré con usted –dijo decidida ella.

-Escucha –continuo el como si ella no viera dicho nada –si no te unes a mi atacare La Guarida con todo mi ejercito y –continuo cuando estaba frete a ella levanto su mano y acaricio una de las mejillas de Isis –seria una lastima que se perdiera una flor tan bella como tú.

-No me toque –le dijo ella apartando la mano de él.

-Tonta, yo solo busco lo mejor para todos, pero son seres como tu que hacen todo mas difícil, si nadie se opusiera no se derramaría sangre. –Le contesto molesto Alberich

-Usted esta loco, nosotros luchamos por la libertad, ¡todos somos libres de elegir que hacer no que un demente decida por nosotros!

-¡Yo solo hago mi trabajo como Rey!, Un Rey debe decidir por sus súbditos, yo solo lleve eso a un mejor nivel, ¡Yo evito que cometan errores!

-Cometiendo errores se aprende, eso es lo que nos hace mejores, esa es la naturaleza y ¿Cómo sabe que no comete errores?

-Yo soy perfecto, yo no cometo errores –grito el fuera de quicio.

-No, solo se llega a la perfección aprendiendo de los errores, usted ha cometido muchos errores pero no ha aprendido nada de ellos. Nadie se unirá a usted eso lo prometo –le grito Isis.

-Entonces muere –contesto el y sus ojos se volvieron de un rojo sangre –Osorjue[i] –entonces una onda de energía golpeo a Isis en el estomago lo que la hizo salir despedida hasta estrellarse contra un árbol.

………………………………………………….

-¡Maldición! –grito Zane cuando golpeaba por decima vez el campo de energía que se hallaba delante de él. –no debí dejarla atrás.

-Mi señor tranquilícese, Vallamos a La Guarida por ayuda –le dijo Dorado.

-No hay tiempo para eso, Alberich debió haber hecho esto –le contesto molesto Zane –osorjue –rugió y una onda de energía salió de su cuerpo y fue a estrellarse contra el campo de energía sin conseguir nada, salvo que revotara devuelta hacia él lanzándolo contra un árbol.

-docyrino[ii] –volvió a gritar cuando se hubo puesto de pie. Y esta vez una pequeña ruptura se hizo en el campo de energía entonces volvió a repetir el hechizo y entro por la abertura.

–Isis –grito cuando la hubo visto siendo atacada por Alberich, ella estaba defendiéndose como podía de los hábiles ataques del Rey. – ¡no la lastimes!

-Zane, que alegría verte aquí –le dijo sarcástico Alberich a Zane -Así serás un testigo de cómo mato a la Salvadora, Docyrino.

-¡NO! –bramo Zane y se lanzo para que el ataque no se diera a Isis y ambos cayeron al suelo, Zane se puso de pie lo mas rápido que pudo para evitar que Alberich volviera a atacar pues sabia que a pesar de todo su hermano no lo mataría –Si quieres matarla, tienes que pasar sobre mi cadáver.

-No te pongas en ese plan, hermano, que resultaras herido –le advirtió el Rey.

-No me importa, ¿acaso un Rey no es piadoso? –le dijo Zane.

-Si lo es –contesto molesto Alberich –y porque lo soy les daré a ti y a tu gente tres días para residirse y aceptar que yo soy el que tiene el control, si no yo mismo los matare a todos. –Entonces dijo una palabra incomprensible y desapareció junto con el campo de energía.

-¿Estas bien Isis? –pregunto Zane ayudando a Isis a ponerse de pie.

-Si no me hizo daño –respondió ella.

-Lo siento, no debí dejarte atrás –le susurro Zane.

-No…no te preocupes

Ambos se sostuvieron lo mirada por unos segundos que para Isis fueron minutos, esa mirada que le dedicaba el elfo era diferente a las que lo había visto dar, esa mirada que le regalaba era única y solo para ella.

-¿Están bien, amo? –pregunto Dorado cuando trotaba hacia ellos.

-Si, estamos bien, será mejor que vayamos a la cabaña, tenemos mucho que decirles a todos –hablo él mientras montaba al caballo –Esta vez iras a mi lado no me perdonaría si algo te pasara –Isis comprendió lo difícil que era para él decirle lo que le había dicho, por lo que se limito a montar a Ror.

El viaje fue silencioso pero no fastidioso, más bien se podía percibir comprensión en aquel silencio, ella no quería romperlo. Hasta ese momento pudo comprender la actitud de él, siempre solo, siempre incomprendido siempre…, Se imagino cuan mal se debería sentir él, después de ver a su hermano, el hermano que había traicionado sus ideales, aunque odiara con toda su alma a su hermana Isis se sentiría dolida y trataría por todos los medios de traerla de regreso al buen camino.

Una duda carcomía su interior, no podía evitar preguntarse si lo que había hecho había estado correcto, quizás si ella se viera ido con él todo habría estado mejor, quizás así todo viera acabado de una manera tranquila.

Ambos desmontaron de los caballos cuando llegaron a la cabaña, era medio día y todos debían estar en el comedor así que los dos caminaron hacia ahí.

Isis no pudo aguantarlo, no pudo aguantar más ese silencio debía preguntar, debía preguntarle.

–Zane –llamo ella tomándolo del brazo para que se detuviera él volteo a verla -¿Hice lo correcto al negarme contra Alberich?

Zane la vio por unos segundos –Si lo hiciste, hiciste lo mejor para todos, eres una buena líder, vamos no tenemos mucho tiempo.

Ambos empezaron a caminar –esto me suena familiar –de dijo Isis sonriendo.

Él se detuvo ante la puerta del comedor –Suelo repetir las cosas, mi estorbo –le dijo sonriendo y luego volvió a colocar un gesto frio en su rostro y abrió de un tirón la gran puerta.

Como la primera vez que había entrado a aquel comedor todos la miraron, pero esta vez distinguió más de una mirada agradable.

-¡Isis! –Llamo Stacy agitando su brazo en el aire en señal de saludo –mira que estamos en…

-Sera para después –la interrumpió Zane –estamos en problemas, tendremos que adelantar la junta, Alberich nos atacara en tres días.

-¿Qué has dicho? –pregunto atónita la Reyna Akassia.

-En el camino de regreso nos hemos encontrado a Alberich, sabe que nos escondemos aquí y vendrá con todo su ejército en tres días –anuncio Zane seriamente.

-Supongo que tienes algo planeado, Zane –le dijo Ryorus.

-Me gustaría pero no, estamos atrapados, solo nos queda pelear hasta morir –contesto Zane.

-Debe de haber una manera más pacifica –sugirió Emica preocupada.

-Me temo que no, Alberich siempre amo las batallas, y más las sangrientas. –Menciono él –pero lo que nos ayuda es que tenemos la ayuda de la Salvadora.

-Yo ayudare en todo lo que pueda –ofreció Isis.

-Lo sabemos, es solo que pensamos que tendríamos más tiempo –dijo Sefis.

-Pero que les pasa, no podemos retardar lo implacable, ahora es cuando tenemos que ser más fuertes y pelear –dijo segura Emmy.

-Si tienes razón, será mejor que planeemos algo para poder defendernos –le apoyo Wolfma.

-Tenemos a los centauros y eso es una gran ayuda, podemos enviarlos a las orillas del bosque –dijo Emica.

-Las sirenas podemos ayudar desde la laguna –ofreció Stacy.

-Y….

…………………………………….

Habían pasado toda la tarde hablando de cómo poder defenderse de Alberich cuando a lo lejos pudieron oír campanas, todos se quedaron quietos, Isis no comprendía lo que pasaba todos parecían estar preocupados y atentos.

-Esas campanas significan que alguien pasó el campo de energía –le explico Kevin.

-Iré a ver –dijo Zane poniéndose de pie.

El elfo camino hacia la ventana del amplio comedor y vio hacia afuera, todo estaba oscuro, no había nada excepto la luna y las estrellas iluminando el exterior, él pudo ver una sombra atravesar el claro que separaba la cabaña del bosque. El salió rápidamente de la cabaña pero sigilosamente.

Cuando se encontró afuera la sombra ya había atravesado el puente y estaba cerca de la entrada, entonces pudo verla mejor, era una persona.

-¿Quién eres? –le pregunto él.

La persona destapo su rostro, era aquella mujer que había estado en la sala del trono con Ian y el Rey, una mujer de piel pálida y cabello negro rizado, de ojos café brillantes y labios rojos, en el rostro podía reflejarse que había estado sufriendo por gran tiempo.

-¿Qué haces aquí Eclipse? –pregunto él.

-Me aburrí de Alberich y viene a ayudarlos –le respondió naturalmente la mujer –como te habrás dado cuenta no vengo a hacerles daño pues si no el campo de energía no me viera dejado pasar, así que baja la guardia.

Él la miro desconfiado por unos segundos pero se hizo a un lado dejándola pasar, ella entro a paso elegante.

-¿Qué te ha hecho mi hermano como para que decidieras traicionarle? –pregunto el con una sonrisa de sorna en el rostro.

-Nada que te importe, ahora tienes que saber que aunque Alberich dijo que les daría tres días, solo les dará dos y ha llamado a los oscuros para atacar, y claro este es el primer día–le advirtió Eclipse.

-¿Entonces mañana estará aquí? –pregunto atónito Zane.

-Si.

-Entonces tenemos mucho que planear, vamos –le dijo Zane y ambos empezaron a caminar hacia el comedor.

Mientras caminaban ella volteo hacia él –A tu hermano no le agrado mucho que te huyeses con esa, a nadie le agrado

-Eso lo se, pero jamás me importo lo que los demás pensaran de mi.

-Eso fue unos de los motivos por los que decidió controlar a los demás, todo por encontrarte – le comento ella.

Él guardo silencio, no había pensado en como había actuado su hermano cuando él había rechazado el lugar del Rey. Abrió las puertas y camino al lado de Eclipse hacia los demás.

-¿Cómo llegaste hasta aquí? –pregunto Marry cuando Zane y la azabache se hubiesen sentado.

-Es una historia muy larga, y no tenemos tiempo para eso –dijo Eclipse –ahora tenemos que prepararnos para la guerra.



[i] Osorjue = energía

[ii] Docyrino =Destruye

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